Después de un veraneo sumamente cálido y electrizante, volvemos a la cruda realidad para sufrir lo que se conoce como síndrome posvacacional.
Pensamos que nos merecemos esas vacaciones cada vez más escasas para poder soltar la presión acumulada durante un año de trabajo (o de trabajos), recomponernos física y mentalmente y poder abordar otro año más deseando que lleguen más vacaciones.
¿Es que esto no se va acabar nunca? Trabajar para tener vacaciones para poder seguir trabajando, y dicen que lo de Sísifo era un castigo.
El número 13 del fanzine Fuenlabrada Libertaria, es un especial dedicado al trabajo asalariado, lo puedes descargar desde aquí.