…y es verdad, a nadie le gusta, pero no todas las personas tienen el valor suficiente para organizarse ante ella.
Y como una persona sola no llega a todos los sitios ni tiene la capacidad de hacer frente a todas las hipocresías que nos encontramos cada día, en el campo laboral tenemos la suerte de contar con los sindicatos. ¡Ojo! sindicatos de y para los trabajadores, no los sindicatos hipócritas; que los hay, vaya si los hay!
En todos los casos de despido improcedente que llegan a pedir apoyo y orientación a CNT, en este caso al sindicato de Fuenlabrada, la injusticia se hace ver. Bien por la falta de legalidad, el abuso o la humillación, pero cuando el caso viene a la vez cargado de hipocresía, como es el caso el de nuestra compañera Bea, entonces nuestro deber, no sólo como sindicato sino como ciudadanas, es denunciar el caso hasta el último rincón. Denunciar que la supuesta «ASOCIACIÓN SOCIOCULTURAL GALI» tan reconocida por su labor social en el barrio de la Alhóndiga de Getafe, defensora de las más desprotegidas y de los derechos de la mujer, lleva años cobrando subvenciones por dicha labor a la vez que vulnera esos derechos fundamentales de algunas de las personas que han trabajado allí. Personas que se han pronunciado a lo largo del conflicto que mantiene CNT Fuenlabrada con Asociación Gali.
Pues bien, volviendo a la hipocresía, propongo pararnos a pensar en más allá de las personas hipócritas que conocemos, que despreciamos y con la que nos sentimos mejores personas. Me explico:
Esto va de una Asociación que trabaja en su mayoría con voluntarias, que toda la ayuda que se le presta desde el barrio es poca. Una Asociación que se trasladó a un local más grande, (imagino que para acoger el crecimiento de demanda) a la calle Tirso de Molina, donde volvió a contar con la colaboración de las vecinas, bien en material o en obras y esfuerzos, con la ilusión de crear un lugar distinto donde las personas son lo que importa, así como fomentar la creatividad, el desarrollo personal y la salud para niños y adultos. Hasta ahí todo correcto; tan correcto que llega a llevarse un premio en reconocimiento a su labor con las mujeres.
Lo malo de este proyecto tan altruista, mediador y de cuidado hacia las personas es que no se lleva a cabo. Porque si no se lleva a cabo con las personas que forman parte de él, no se lleva a cabo con nadie. «Practica con el ejemplo» es una gran frase ilustrativa y hermosa, que si en verdad se llevara a la práctica otro gallo nos cantaría, a todas.
No pretendo entrar en detalles sobre el conflicto, no más de lo que se ha entrado ya quiero decir. Como decía al principio, sólo os animo a pararos a pensar que la hipocresía es grande hasta en las bocas más pequeñas, incluso en aquellas bocas que se solidarizan con nosotras y comparten nuestro dolor. Es de todas obligación enfrentar y acabar con las personas solidarias que tan sólo lo aparentan, mientras les pagamos con nuestra confianza y claro, con nuestros impuestos, que nuestro trabajo nos cuesta.
Vanesa San Martín.