La Asociación Gali, asociación sociocultural de Getafe, se define como defensora de los derechos de las mujeres, de las menores y pilar de la comunidad. En CNT Fuenlabrada no lo tenemos tan claro. Como hemos informado en artículos anteriores, mantenemos conflicto sindical con Asociación Gali desde el pasado 7 marzo, fecha en la que nuestra compañera Beatriz, monitora de ocio y tiempo libre y secretaria de dicha asociación, fue despedida. Recapitulemos…
El 7 de marzo Beatriz recibe un correo electrónico de su jefe Fernando Martín, entonces director y presidente de Asociación Gali, donde se le notifica que su contrato ha finalizado. Atónita, pues su contrato no finalizaba hasta octubre de 2016, Beatriz informa a Fernando Martín de que está ejecutando un despido y debe identificarlo como tal, además de incluir la necesaria carta de despido. Todas sabemos que alguna «tarea extra» fuera de nuestra responsabilidades va a caer… pero tener que enseñar al jefe a despedirnos es el colmo, ¿no?
A efectos de formalizar el despido y recibir la carta, Beatriz notifica su intención de acudir a su puesto de trabajo y así lo hace. Cuando llega a la Asociación Gali ni la carta de despido ni ningún tramite está preparado. En su lugar está Fernando Martín acusándola de «falta de humanidad hacia su persona» (en palabras textuales), alegato que usa como motivo de despido. En CNT Fuenlabrada nos gusta tomarnos las cosas importantes en serio, así que hemos revisado el Estatuto de los Trabajadores, la reforma laboral, el Convenio colectivo del sector ocio educativo y animación sociocultural, hasta la Constitución Española y estamos en condiciones de afirmar que no, la «falta de humanidad» no es motivo de despido.
Este mismo motivo es alegado también para destituirla como secretaria en la junta directiva y expulsarla como socia. ¿Qué cómo se expulsa a una socia de buenas a primeras sin convocar asamblea general? Muy fácil, con una junta directiva compuestas por tres personas: el interesado, una amiga suya residente en Galicia ajena a la vida de la asociación y la persona a expulsar; más unos estatutos que permiten a la junta directiva tomar este tipo de decisiones.
Fernando Martín pretendió que Beatriz abandonara su puesto de trabajo con estas vagas explicaciones. Pero eso sí, después de pedirle que ella misma redactara su propia carta de despido. Menos mal que nuestra compañera sí conoce sus obligaciones y se incorporó a sus talleres en Asociación Gali. De no hacerlo hubiera supuesto un despido procedente para ella.
Esta decisión le costó un tormento. Fernando Martín empezaba a darse cuenta de que el sustento y el puesto de trabajo de una persona no es una cuestión baladí y hay una legislación que protege contra abusos; así que provocó a Beatriz buscando esos motivos de despidos que no tenía. ¿Es un avión? ¿Es un pájaro?… ¡No! Es Beatriz aguantando gritos, injurias, vejaciones y hasta algún pequeño empujón. Con sangre conseguimos nuestros derechos en el Siglo XX y con sangre los seguimos reclamando en el Siglo XXI.
Al final de la tarde, Beatriz recibió su carta de despido. Donde se especifica como motivo del mismo mala praxis y quejas de usuarias. Valla… esto… emmm… Sí, así se quedó ella y nosotras. Esto no hay nadie que lo soporte y con razón, nuestra compañera acabó en urgencias con un ataque de ansiedad.
A día de hoy, Asociación Gali sigue sin especificar las quejas que afirma tener sobre nuestra compañera. Sin embargo las alumnas y alumnos de Beatriz abandonaron la asociación y se pusieron en contacto con ella para buscar una alternativa y continuar sus clases y talleres. Estamos hablando de 18 personas adultas tan contentas con el trabajo de Beatriz como para no titubear a la hora de tomar partido en el conflicto. Una situación distinta es la de las niños y niñas a las que Beatriz también daba clase, que por su condición de menores no disponían de su teléfono ni de la capacidad legal para tomar una decisión semejante. No obstante, 5 de estas niñas y niños se buscaron la vida y consiguieron el teléfono de Beatriz con el apoyo de sus padres y madres. Todas estas personas han abandonado la asociación. Asociación Gali sigue afirmando que tiene 402 socias. Legalmente puede hacerlo, pues los estatutos permiten la no devolución de la cuota de socia, así seguirán figurando como tal hasta el impago de la siguiente cuota.
Tras la formalización de dos demandas judiciales, una por despido improcedente hacia la Asociación Gali y otra por acoso hacia Fernando Martín, y la insistencia de CNT Fuenlabrada, Fernando Martín se comprometió a mantener conversaciones con el sindicato. Esto es todo lo que hizo, comprometerse. Seguimos sin ser recibidas por Fernando Martín.
Según nuestra informaciones, el pasado 15 de abril Fernando Martín dejó sus cargos de presidente y director de la Asociación Gali en favor de Ana Belén Roselló. Tres días antes de la conciliación prevista para ambas demandas interpuestas por Beatriz, ¿casualidad? A la conciliación se presentó Fernando Martín, quien no quiso entrar en negociaciones en relación a la demanda por acoso y prefirió ir a juicio. Con la Asociación Gali no hubo posibilidad de acuerdo ni de no acuerdo, pues Ana Belén Roselló no se presentó.
Ya que la Asociación Gali no tiene intención de tratar con nosotras ni con Beatriz, decidimos aprovechar los micros abiertos de Getafe Despierta, programa de Radio Getafe, para denunciar esta situación. Gracias a la intervención de Beatriz y nuestro secretario sindical, ha salido a la luz otro caso de explotación laboral por parte de Asociación Gali. Radio Getafe informa que durante el programa recibió decenas de llamadas denunciando precariedad laboral que no pudieron atenderse en directo. Hay indicios y testimonios que indican que la Asociación Gali podría mantener prácticas de explotación laboral de forma habitual y normalizada.
Gracias a la repercusión que tuvo el caso en Getafe Despierta, Asociación Gali se ha reunido con este sindicato por primera vez, sin que se llegara a ningún acuerdo efectivo.
La Asociación Gali fue demandada por impagos por otro trabajador. El fallo judicial se ha dictaminado este febrero de 2016 a favor del trabajador y durante todo el proceso judicial Fernando Martín no comunicó la situación ni la resolución a las socias. Con situaciones tan surrealistas como antecedentes, no esperamos que el desarrollo del conflicto sea fluido. Pero CNT Fuenlabrada no dejaremos de insistir para ser recibidas y resolver este conflicto lo antes posible.
Si tocan a una, respondemos todas. Seguiremos informando…