Ha pasado casi un mes desde que miles de compañeras y compañeros llenasen las calles más céntricas de Madrid pidiendo la absolución de las 6 de Gijón y esperando que el recurso de casación al Tribunal Supremo fuese admitido, a día de hoy está en la sala de admisión del Tribunal Supremo, pero la fiscalía ha emitido un informe desfavorable para impedir que siga adelante, ahora falta que el supremo resuelva si lo admite o no.
En este punto, los plazos pueden ser desde días o hasta dos meses, la situación de las 6 compañeras de Gijón depende de si el Tribunal Supremo admite el recurso a trámite, donde podría esperar un año para emitir un fallo, favorable o no.
En el caso de no admitirlo, la situación de las 6 de Gijón se vuelve muy crítica, nuestras compañeras volverían a caer en las manos del juez y antiobrerista LINO RUBIO MAYO, la sentencia sería firme y la acusación y la fiscalía podrían pedir la ejecución de la sentencia, por lo que el juez tendría un plazo para ejecutarla de 10 días desde que se solicita.
LAS COMPAÑERAS PUEDEN ENTRAR EN LA CÁRCEL EN CUESTIÓN DE DÍAS
La Fiscalía en su informe afirma que debe ser inadmitido por carencia de fundamento y por ir contra los hechos probados.
Por eso se recurre, porque los hechos probados no corresponden a la realidad.
Porque el único interés al comenzar el conflicto sindical era y es la defensa de los derechos de una trabajadora. Pero los hechos probados son únicamente la versión del empresario, aludiendo a que fue sometido a una tremenda presión que obligó a cerrar el negocio. Un negocio que estaba anunciado en un portal inmobiliario para su venta mucho antes del inicio del conflicto.
Qué presión puede padecer una persona con tantos contactos, que después de cada manifestación enviaba a la policía para identificar a las participantes en la protesta incluso días después.
Quién se cree que este empresario se ha visto obligado a un cierre forzoso y como consecuencia abocado a presentar una solicitud de declaración de concurso voluntario, un empresario que contrata como abogado a JAVIER GÓMEZ BERMÚDEZ, expresidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Nuestras compañeras fueron mandatarias del sindicato, solicitaron una reunión con un empresario, en una negociación se solicitó la retirada de una denuncia y ante la imposibilidad, se abandonó esa reclamación; de hecho esa denuncia prosperó y se juzgó.
Las concentraciones fueron en un 90% comunicadas y aprobadas por delegación de gobierno y las que no se comunicaron tampoco fueron ilegalizadas ya que en el total de ellas hubo presencia policial y nunca hubo intervención por su parte.
En una región como Asturias estamos acostumbradas y acostumbrados a un sindicalismo para los hombres para los sectores donde son mayoría , donde por cultura siempre se ha tenido presencia , sectores como la minería, el metal, la naval ……, Pero el sindicalismo también es nuestro, de las mujeres; y las mujeres también nos defendemos y nos posicionamos y esto al patriarcado y al capitalismo le duele mucho , nos han subestimado pero las mujeres siempre hemos estado ahí, en las huelgas y en los tajos , pero nuestro y nuestras compañeras han hecho lo que haría cualquier obrera con apoyo mutuo y organización pero que varias mujeres soliciten reunión y negocien en un conflicto no se ha asumido y se ha perseguido.
Porque hacer sindicalismo, no es delito. Pero si esta condena sigue adelante, puede sentar precedentes. 3 años y medio por pedir reunirse con un empresario y sujetar una pancarta.
¿Cuántas veces hemos hecho eso mismo? ¿Podremos volver a hacerlo sin pisar la cárcel?
Ahora mismo, la libertad de las 6 de Gijón pende de un hilo. No las dejaremos caer.
El sindicalismo, la acción directa y el apoyo mutuo, no son delito.