En el Hotel Ciudad del fútbol, que desarrolla sus actividades en la Ciudad del fútbol de la Real Federación Española de Fútbol, se ha despedido a un delegado de CNT por su actividad sindical.
A mediados de Diciembre del 2020 se constituyó la sección sindical de CNT en dicho hotel, siendo notificada a la dirección del mismo a finales del mismo mes. Ante el caso omiso por parte de la empresa a los requerimientos de la sección para su implantación y correcto desarrollo, el delegado sindical pasó a enviar un correo el 22 de febrero recordando ciertos artículos de la Ley Orgánica de Libertad Sindical. Como sorpresa, la única vez que la empresa se dignaba a contestar lo hacía un día más tarde para notificar el despido del delegado que firmaba el anterior correo electrónico. También fue una sorpresa que la carta de despido la hacía llegar al correo electrónico del sindicato, y no directamente al trabajador, vulnerando así toda normativa en materia de protección de datos. Sobra decir que el despido que pretende la empresa es el procedente.
Las causas a las que hace referencia el despido son las económicas, eso sí, sin aportar documento contable al respecto ni informe técnico sobre la previsión de pérdidas. Como si de una broma de mal gusto se tratase, la empresa dice que el trabajador despedido era conocedor de la mala situación económica por la que estaba pasando la empresa, empresa que se había acogido a un ERTE por causa mayor, que había recibido todas las ayudas del gobierno para garantizar la pervivencia de los contratos de los trabajadores y que, a día de hoy, sacaba y mandaba al ERTE a parte de la plantilla al antojo de la dirección, sin respetarse periodos de descanso ni de vacaciones. ¿Cómo iban a saber los trabajadores, que aún vigente el ERTE por fuerza mayor, la empresa apostaría por los despidos objetivos individualizados?
Desde la empresa no se ha recurrido a medidas para paliar los problemas de liquidez y endeudamiento de otras formas que no fuese con el despido del delegado sindical, trabajador que tenía gran experiencia y antigüedad y que, de esta forma, se planteaba un despido fulminante y totalmente barato para la empresa. Qué casualidad que en el mismo momento que el trabajador se significó como delegado sindical fue introducido al ERTE, solamente sacado de este para notificarle su despido sin la antelación mínima de quince días. Sin lugar a dudas, la circunstancia de la pandemia le ha venido como anillo al dedo a la empresa, para despedir a un trabajador que llevó una demanda conjunta en el momento que hubo una subrogación años atrás y, ahora ser nombrado delegado de CNT.