Los compañeros de la Cervezas Speranto, productora de cerveza artesanal, se han prestado a ofrecernos una cata de cerveza con charla y reflexión incluida.
Miguel Ballesteros y David Guerrita son dos compañeros cenetistas que en un momento de su vida confiaron en sus aptitudes y actitudes y decidieron embarcase en un proyecto de autoempleo. Amantes y conocedores del amplio mundo de la producción de cerveza, fueron perfeccionando sus conocimientos y su infraestructura desde los comienzos en un garaje produciendo su primera receta en pequeñas tiradas hasta la fabricación de hasta tres recetas distintas como «nómadas» alquilando infraestructura en diversas fábricas. Actualmente disponen de tienda digital y física y están habilitando un pequeño espacio de producción propio.
Miguel y David han compartido con nosotras estos años de duro trabajo, como surgió la idea de fabricar cerveza, los inconvenientes que se han encontrado por el camino y como han ido afinando su proyecto. Hemos aprendido cantidad de curiosidades sobre la cerveza y, por supuesto, hemos disfrutado de cuatro estupendas cervezas artesanales, todas distintas e igualmente sabrosas.
En primer lugar llegó Zamenhof, Cerveza de malta de cebada al estilo Blomde Ale. De cuerpo poderoso y suavemente amarga, fue la primera en conquistarnos. Cumple los requisitos más esquistos de las cerveceras de todas la vida: amarga, con cuerpo y de caída suave. De esas para tomar una y otra y otra y otra… Y con la
mejor cerveza no puede faltar el mejor maridaje: tú mejor gente.
La siguió Blanka Trigo, cerveza de trigo al estilo Weissbier. Te recompensa con un claro e incitador aroma medio afrutado. Una cerveza que deja un regustillo a plátano sin llevar plátano. Resulta que el proceso de fermentar ciertos azucares, como el del trigo, produce este toque a plátano y fruta; esta fue una de las muchas curiosidades que nos llevamos de la cata. No obstante, es una cerveza capad de cautivar tanto a las más dulceras como a las que tienden a sabores amargos. No en vano es la más popular.
La tercera fue Sunset, una IPA, o mejor dicho dos. Nuestros amigos nos agasajaron con dos remesas con distinto tiempo de maceración. Las dos son una delicia para las dulceras. Si prefieres un aroma afrutado fuerte y seductor y sabor intenso, elige la más joven. Si te gusta el toque afrutado pero prefieres un golpe de sabor más suavecito, elije la más vieja. Eso sí, ¡rompelas con decisión!
Para terminar Bronhër, una cerveza tostada con carácter propio. Si eres Heavy y con una buena cerveza te vienes arriba, ¡vas a alucinar cuando veas la etiqueta! Una cerveza para disfrutar de ese regustillo a café que caracteriza a las tostadas entre un mar de cuernos con tu gente.
Así hemos pasado el domingo en CNT. Que decir que no faltaron risas ni buen parloteo, ¿te apuntas a la siguiente?